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Como sea, el siglo transcurre en la Araucanía, espacio en el que se está incubando una nueva rebelión, que revienta en el año 1766, y en la que tiene mucho que ver una nueva política a desarrollar en el territorio jurisdiccional mapuche: la construcción de pueblos.

Lo anterior se desarrolla en el siguiente contexto. Antonio de Guill y Gonzaga es nombrado por Carlos III de Capitán General y Gobernador de Chile y a poco de tomar posesión del cargo (4 de Octubre de 1762) decide erigir poblados en la Araucanía, a fin de concentrar en ellos a la población indígena, asunto que desde inicios del siglo XVIII se venía realizando al norte del Bio Bio.

Los objetivos de la fundación de pueblos eran religiosos y políticos, ya que “concentrar a los mapuche era ponerlos al alcance de los misioneros para que éstos pudieran evangelizarlos. La dispersión dificultaba una comunicación permanente con los religiosos y, por lo tanto, la enseñanza de la doctrina. La reducción era dirigida, a demás, a controlar, vigilar y disciplinar a los naturales e impedir sus prácticas ancestrales. Era según Bartolomé Meliá, ‘el instrumento esencial para el cambio que se pretendía en los indios, que era hacerlos pasar de la infidelidad al cristianismo y de la barbarie a la vida política”.[130]

A fin de llevar a cabo dicha política, en el Parlamento realizado en Nacimiento en 1764 Guill y Gonzaga plantea a las autoridades mapuches el “reunirse a pueblos en el paraje que quisiesen y en el número de familias que tuviesen por conveniente para cada uno”[131], según lo señalara en carta al Rey. Además de sus intenciones, en dicha misiva señalaba al monarca la aceptación de los caciques de Angol, Mininco, Lucán, Cullén, Repocura y Maquehua. Según el encargado de las obras, el maestre de Campo Salvador Cabrito, a ellas se fueron sumando los indígenas de Requen, Malleco, Marben, Quechereguas, entre otros. Así, las autoridades hispanas centraban sus esfuerzos en convencer a las otras parcialidades mapuches, como también a enviar a cada nuevo pueblo herramientas, hachas, bueyes, con el objeto de llevar adelante los trabajos.

En conjunto con lo anterior, el Maestre de Campo decretaba autorizaciones para el levantamiento de pueblos a caciques que así lo solicitaren, como es el caso del cacique de Angol Juan Lebulabquen, a quien se le autorizó la construcción de pueblos en Ranco, Meseta, Albarrada, Melilupu, Llico, Quirico, Quiapo, Deunco y Lebu.

El maestre de campo, además de la autorización, entregaba al peticionario los elementos de trabajo y la orden de que, en definitiva, el nombre del nuevo poblado era prerrogativa del gobernador.

En definitiva, si bien no hay claridad respecto de la totalidad de villas realmente levantadas, y de cuantas quedaron sólo en el nombre o en la intención, el Gobernador Guill y Gonzaga informa de la fundación de las siguientes villas:

“En el partido de Angol las villas de San Carlos, San Miguel y San Julián, en el de Rocalgüe la de Nuestra señora de la Purísima concepción, en el partido de Marben San Ignacio de Marben, San Antonio de Burén, San Javier de Chacaico, San Juan de Dios de Requen, San Borja de Malleco y San Juan Evangelista de Quechereguas, en el partido de Tucapel hasta Tirúa, en distancia de veinticinco leguas la costa, la Asunción de Lleulleu, los Remedios de Caramavida, Belem de Marquilla, la Soledad de Pagne, Dolores de Tucapen, Natividad de Cuinco, Nieves de Yecumavida, Carmen del Alma, Candelaria de Collico, Tránsito de Hique, la Paz de Rimeguelme, Consolación de Guericó, Mercedes de Tenapegue, Guadalupe de Raihue, Atocha de ATokinga y Loreto de Paicalú. En la jurisdicción de Arauco, las villas de San Joaquín de la Mazeta, los Santos Reyes de Rauco, San Esteban de Melipulu, San Blas de Llico, San Nicolás de Tolentino de Guirico, San Benito de Quiapu, San Vicente Ferrer de Deunco, San Salvador de Lobu y San Rafael de la Alberrada”[132]

No obstante los trabajos realizados, y el parecer de las autoridades hispanas respecto del acuerdo de los mapuches en cuanto a aceptar ser reducidos a pueblos de indios, el 25 de diciembre de 1766 se produce un importante levantamiento indígena, en el que se abalanzan en forma simultánea un gran número de indígenas sobre las villas levantadas o en construcción, quemando las casas y destruyendo las iglesias de las misiones, obligando a la mayoría –si no todos- los hispanocriollos a refugirse en los fuertes aledaños al Biobio o a arrancar hacia el norte de dicha frontera fluvial.

Si bien la rebelión, conocida como el malón de Curiñanco, fue generalizada, su extensión en el tiempo no lo fue y llegó a su fin en la medida que la intención de fundar pueblos quedó sólo en eso, en intención.

De acuerdo a Villalobos, “las alteraciones iniciadas en 1765 derivaron de la intensificación de las relaciones pacíficas,... que era factible agrupar a las reducciones en pueblos si se lograba convencer a los caciques y su gente”[133], para lo cual se dispusieron los fondos, encargando la dirección a Capitanes de Amigos y Misioneros, y los caciques ordenaron trabajar la madera.

Sin embargo, continúa Villalobos, “la vida en pueblos contrariaba completamente las costumbres y creencias de los nativos, cuya vida se organizaba en aldeas de rucas dispersas y relativamente alejadas. Además, los pueblos significarían el sometimiento a los blancos, controlarlos mejor y quizás obligarlos a trabajar para ellos. Por esas causas, comenzaron a resistir las órdenes y, finalmente, se alzaron, cayeron sobre las obras y obligaron a huir a los pobladores hispanocriollos que se habían establecido en ellas. No hubo matanzas, sin embargo.

El levantamiento de los indígenas de los Llanos, que eran los más afectados, cesó inmediatamente que las autoridades dejaron sin efecto la fundación de los pueblos. Pero hasta 1770 hubo intranquilidad y se efectuaron operaciones en el sector costero de Arauco y en la Isla de la Laja para contener a los Pewenches...”[134]

Las autoridades españolas reaccionaron ante la rebelión mapuche y plantean un cambio de la política a desarrollar para la sumisión de los naturales.

Así, el mismo Gobernador Guill y Gonzaga, que en carta al rey escrita en 1765 le relataba que le señalaba que a los caciques que eligieran dónde y cómo levantar las villas en pos de “vivir como racionales con seguridad para sus casas, familias, haciendas y muebles” escribía al monarca Carlos III, en 1767, la conveniencia de “hacerles guerra hasta sujetarlos hasta perpetua obediencia o aniquilar a los rebeldes sacándolos a todos de sus tierras y distribuyéndolos por el Reino, especialmente por las Provincias de Coquimbo, Copiapó, Huasco y sus despoblados, y distribuyendo a las mujeres y párvulos por las haciendas del Reino, de modo que no llegue a unirse ni congregarse, ni quede familia de ellos en sus propias tierras, que siendo las más fértiles y ricas en minas, se pueblen inmediatamente de españoles para que no les permitan la entrada a los indios...para lo cual sólo se necesitan fusiles, pólvora y balas.”[135]

Situación especial ocurría con los Pewenches de ultracordillera, a quienes el Gobernador Guill y Gonzaga proyectó hacer extensivo el plan de erigir ciudades en su Fütalmapu, como también de desarrollar un proceso evangelizador. Para dicho fin, se realizó un encuentro entre el maestre de campo y el gran Logko Levian, quien fue acompañado de Pewenches de San Lorenzo y Villucura. Si bien los Pewenches en un principio aceptaron la idea, a desarrollar en Rucalhue, luego no mostraron interés ni compromiso, también en el interés de no cambiar su forma de vida.

Finalmente, entre el 21 y el 29 de diciembre de 1774, en los llanos de Tapihue, a 2 leguas de la Plaza de Yumbel, se lleva cabo un concurrido Parlamento, al que asisten “los caciques e indios principales y mocetones de los cuatro Fütalmapus, o cantones de los indios que habitan desde la otra banda del río Biobio hasta la jurisdicción de Valdivia, y de mar a cordillera incluso los Pewenches”[136]

Con gran pompa y boato, se ungió como representante de los cuatro Fütalmapus al Cacique gobernador de Angol Agustín Curiñancu, siendo el máximo representante de la corona española el Capitán General, Gobernador y Presidente de la Real Audiencia Agustín de Jauregui, quien comenzó su discurso planteando su grave disconformidad con los hechos que se sucedieron en el levantamiento de 1769-70, haciendo una descarnada descripción de la sublevación de los Pewenches, naüqches y Bafkehches contra la autoridad militar apostada en la frontera, para luego agregar su satisfacción por el recobrado ambiente de paz que reinaba desde los Parlamentos de Negrete (1771) y de Santiago (1772). Como fuere, sus palabras, ya refiriéndose al Parlamento del que estaban formando parte comenzaban así: “Les amonesto y requiero en nombre del rey la más debida y firme fidelidad a su Soberanía”, queriendo con ello dejar claro el que si bien respetaba la autoridad indígena, ésta debía sujetarse a la voluntad de una autoridad superior: el Rey de España.

El conjunto de capitulaciones del presente Parlamento hablan de los intereses que guían la política de la Corona hacia la Araucanía, y se refieren, en lo principal, a lo que sigue[137]:
Ratificar el nombramiento de Caciques embajadores[138], quienes residirán en la ciudad de Santiago, y tendrán plenos poderes y facultades, a fin de tratar y acordar todo lo relativo a la mantención de la paz, como objetivo común “de sus mismas naciones y la de los españoles”; reconocimiento de la soberanía de la Corona, obligación de obedecer sus ‘reales ‘ordenes’ y prestarle servicios en la medida que la autoridad real lo requiera; se reconoce al indígena como fiel vasallo del mismo Rey, con lo que se creaba un vínculo directo entre el mapuche y el rey; se encarga a los mapuches el no permitir en sus tierras españoles, mulatos, negros ni yanacona, a fin de no perturbar la paz mapuche; se encarga a los caciques castigar a aquellos miembros de sus reducciones que pasaren a robar a la Isla de la Laja, Arauco u otros ‘parajes de españoles’; que los indígenas son libres y no han de valer ni subsistrir las ventas que se hicieren de cualquiera pieza porque la ha de perder el comprador.

La distribución de los asistentes al Parlamento, de acuerdo a los Fütalmapus y el lugar específico del que provienen es la siguiente:

LLANISTAS ARRIBANOS, INAPIREMAPU O FÜTALMAPU DE LA CORDILLERA
Lof Reducción
Logko (Caciques)
Capitanejos
Koha (Mocetones)
San Cristobal
Gobernador: Clemente Curilemu; Domingo Pilquileb, Cristobal Millaleb
1
12
Paylligüe
Domingo Necultipai

12
Santa Fe
Gobernador: Ignacio Levigüeque;
Juan Guilleguangue, Julián Millanamun, Miguel Lebuepillan,
1
56
Marben
Gobernador: Juan Pyllaman
1
18
Bureu
Francisco Mariluan
1
12
Mulchen
Alonso Millabidi, Francisco Ydalevi
1
12
Colgue
Gobernador:Agustín Leguelemu;
Juan Pichiñancu, Martín Guichulab, Martín Cunilemu, Lorenzo Caniulab, Francisco Cheuquemilla
1
38
Requen
Juan Paineguir, Martín Calleuñir,
Lorenzo Minchequeupu,
Ignacio Rañiqueupu
1
14
Reñaico
Gobernador:Cristobal Cheuquelemu; Francisco Talcapillanca
1
33
Malleco
Gobernador: Francisco Ayllapan; Felipe Panianca, Andrés Naipangui
1
30
Chacaico
Gobernador: Domingo Llaubulemu,
Juan Catrirupay
1
22
Quechereguas
Gobernador: Cristobal Traipilabquen; Domingo Naguelbur, Miguel Rucalab, José Colipichun,
Francisco Guaiquilabquen
4
50
Llamuco
Gobernador: Juan Naminahuel;
Juan Anenanul, Francisco Vilumilla, Francisco Guircañancu
1
18
Tuf Tuf
Gobernador: Curiguillin y Cordoba;
Juan Sandoval, Pedro Rucalabad, Francisco Cayupil, Antonio Painecura, Domingo Casaquipo, José Leviguala, Diego Quidilabquen, Francisco Vilamilla, Juan Canilabquen,
FranciscoLienlabquen,
Mauricio Nincolav, Luis Marilapa, Marcelo Millagual

67

LLANISTAS DE ANGOL, FÜTALMAPU DE LOS LLANOS

Lof Reducción
Logko (Caciques)
Capitanejos
Koha (Mocetones)
Talcamavida
Gobernador: Andrés Curipil;
Francisco Llancamilla, Javier Ancalevi, Segundo Cheuquianti
1
18
Santa Juana
Gobernador: Isidro Guaiquiguirri; Augustín Levilpan, Pedro Meliene, Ignacio Guechual
1
12
Angol
Gobernador: Augustín Curiñancu; Manuel Marihuenu, Ignacio Apelevi,
Juan Guenupillan, Juan Guenupichun, Bartolo Millalevi, Pedro Quidalevi,
Juan Calbeguenu, Juan Linconao, Sebastian Tramilla,
Francisco Guaiquillanca

120
Puren el Viejo
Gobernador:Augustín Quintripillan; Ignacio Antelab, Francisco Yenepil, Pedro Guechuguro, Alonso Cariman,
Juan Paillalay, Antonio Coyllipi

38
Minas
Gobernador: Juan Pilconanco;
Juan Callelebi, Pedro Cheuquelepi

39
Lumaco
Francisco Quenonogal,
Francisco Quilancun
20

Canglo
Francisco Quichalipu, Juan Paillavi, Alonso Tragolab,
Francisco Gualiquilabquen
1
26
Deuco
Juan Levique, Francisco Antemilla,
Juan Maripil, Juan Antequeu,
Antonio Guinaypillan


Guadava
Gobernador: Juan Guichalab


Maquegua
Gobernador: Juan Antumilla;
Francisco Conancumilla,
Alonso Lepiguala, Martín Quidilabquen, Francisco marivilu, Francisco Llancavilu, Jacisnto navarrete
2
34
Noguen
Fernando Guechuqueupe, Angel Pallanti
1
9

COSTINOS, LABQUENMAPU O FÜTALMAPU DE LA COSTA

Reducción
Caciques
Capitanejos
Mocetones
Mochita
Gobernador: Joseph Reynancu;
Juan Huentelemu, Pedro Udalevi
2
19
San Pedro
Miguel Ancalican

7
Colcura
Gobernador: Pascual Meliqueupu;
Luis Chiguyallanca

14
Alberrada
Gobernador: Francisco Neculbud;
Ignacio Reuqueant

12
Arauco el Viejo
Juan Mariñani

6
Meseta
Ignacio Callupichan

3
Casas Viejas
Felipe Guaiquiñir

8
Millatabu
Juan Llancanahuel

4
Merilupu
Ramón Udalevi

7
Lavapie
Juan Guayquilican

4
Quidico
Juan Catricau

6
Yani
Matías Lienpi

9
Llico
Juan Ancalevi

6
Lacoy
Matías Millalabquen

5
Quiapo
Juan Marilevi

8
Lebu
Ramón Chicahuala, Juan Levilican

8
Molguilla
Gobernador:Ignacio Llancalahuenu
16

Yenico
Agustín Quilentaro

14
Tucapel
Gobernador: Antonio Catrileu;
Miguel Antemanque, Juan Colipil, Ramón Lienan, Bernardo Llancaman


Caramavida
Rafael Guenchuguala, Pedro Iloncoli
13

Cayocopil
Juan Marinan

12
Traniboro
Juan Antillanca, Martín Pormollanca

12
Linquehue
Francisco Guenulabquen, Bartolo Melien

15
Panilhue
Gobernador: Marcos Guenchunau;
Joseph Pillantu, Francisco Millaleb

19
Choque
Pedro Huentecol, Jacinto Millanau
7

Cura
Francisco Lipillanca

7
Llencan
Juan Antiman

2
Lleuler
Agustín Yaupi, Francisco Caniuli

3
Tranaquepe
Francisco Marileb

3
Quidico
Juan Curilabquen

3
Tirua
Gobernador: Martín Curimilla;
Francisco Guentelemu,
Martín Liencoanti, Pedro Millacaniu, Juan Pilquiant, Francisco Ybuencheu, Lorenzo Tokillanca
2
28
Yecumahuida
Gobernador: Felipe Ynalican;
Felipe Ynalican, Alonso Guenumancu, Joseph Calbullanca, Pedro Calbuñir,
Luis Puiñancu


Peaucho
Gobernador: Francisco Ymilqueu


Rucacura
Gobernador: Juan Pilquiant



LLANISTAS MERIDIONALES


Lof Reducción
Logko (Caciques)
Capitanejos
Koha (Mocetones)
Boca de Imperial
Gobernador: Juan Cheuquecoyan; Francisco Guenuvilu, Ignacio Painecura, Francisco Canihuante,
Ignacio Pichunmanque,
Antonio Liencura, Antonio Guechuguala, Bartolo Guirirlevi, Francisco Naguelvilu, Tomás Guenchupan, Felipe Collamanti, Francisco Buricoyan,
Pascual Mochaguala,
Ignacio Cuyupichun, Juan Buricoyan, Ignacio Calbulemu,
Francisco Calvumanque,
Bartolo Guelquenav, Ignacio Naguelpil, Francisco Pañipil, Asencio Payllaquen

98
Imperial
Felipe Caullaman

11
Imperial Alta
Gobernador: Lorenzo Caniuleumu;
Toki General: Juan Painelebu;
Gabriel Catrillanca, Luis Cariñancu, Francisco Quinteguere, Martín Marilab, Juan Antiñir, Martin Quintrequeo, Alonso Calbulemu, Felipe Quedecoyan, Juan Trunecoy, Francisco Manqueguala, Cristobal Malillanca, Joseph Nacuenti, Nicolás Millagual, Martín Marinau, Pedro Cuyubileun, Jacinto Imiguala, Ignacio Nahuelpillan

44
Boroa
Gobernador: Pedro Ignaitaru;
Alonso Utaman, Pedro Payllableu, Alonso Colimilla, Alonso Gamillanca
1
55
Cholchol
Gobernador: Antonio Trabollanca;
Felipe Navarrete, Juan Navarrete, Bartolo Navarrete, Juan Ychanvilo,
Ramón Quilanquinque, Juan Chiguailab
1
33
Repocura
Gobernador: Pedro Guaquiguenu;
Juan Guircolao, Nicolás Nahuelpillan, Antonio Coñuepan, Juan Debunleo,
Juan Mariant

46
REDUCCIONES SOMETIDAS


Lof Reducción
Logko (Caciques)
Capitanejos
Koha (Mocetones)
Partido de Itata
Bartolo Rogolpan, Nicolás Lepimanque, José Maripillan, Alejo Alcamen,
Juan Payllapoco, Pablo Unumancu, Pedro Chacon, Manuel Pichiantu,
Miguel Cachillanca, Juan Piseco,
Pedro Corovilo, Pablo Vircapichun,
Juan Turuante
42

Partido de Chillan
Lucas Quinchamal, Pablo Lopabidi, Manuel Catrillanca
23


FÜTALMAPU PEWENCHE


Lof Reducción
Logko (Caciques)
Capitanejos
Koha (Mocetones)
Villucura
Gobernador: Juan Levian;
Pascual Guillaquiñin, Pedro Curilepi, Llanquelevi, Coviante,
2
63
Quieco
Andrés Curiñancu
2
38
Quilaco
Gobernador: Lorenzo Colgueman


Cule
Matel Malean


Lolco
Gobernador: Ignacio Pailabquen;
Manuel Manquelevi, Francisco Tokilevi
1
13
Antuco
Gobernador: Juan Manquelab;
Francisco Catrihuenu,
Ignacio Levimanque
2
66
Neuquen
Andrés Curripil
1
18
Alico
Narciso Cheuinun
1
6

Fuente: División realizada por Leonardo Leon en Nütram Nº32, 1993, Ediciones Rehue Ltda., “Acta del Parlamento de Tapihue”

3.6. Situación del territorio mapuche en los albores de las Repúblicas de Chile: el Parlamentode Negrete de 1803

En términos espaciales, la distribución territorial y poblacional de la Araucanía, en los inicios del siglo XIX, es recogida por el Fraile Francisco Xavier Ramírez, quien en el año 1805 informa a los Reyes Católicos de la siguiente distribución:

División política de los fütalmapus

FÜTAL
MAPU
DESCRIPCION
AYJAREWE
REWE
HBTS.
HOMBRES
MUJERES
BAFKEH MAPU
De la costa o marítimo
Arauco, Tucapel, Lleulleu o Ranquilhue, Tirua, Cautín o Ymperial, Collico, Boroa, NagTolten o Tolten el Bajo
100
40.000
13.000
27.000
LELFÜN MAPU
De Angol o de los Llanos
Encol, Puren, Repocura, Maquehue, Ymperial Alta
50
30.000
10.000
20.000
INA PIRE MAPU
Corre por el pie, o faldas occidentales de Los Andes
Marven, Colhue, Chacaico, Quecheregue, Guenague
43
20.000
6.000
4.000
PIRE MAPU
Andino, tierra de los Pewenches
Quilaco, Rucalgüe, Callaqui y Lolco
29
10.000
3.000
7.000
WIJI MAPU
Del sur
Tolten, La Mariquina, Ganigue, Niebla, Valdivia, Arique, Quinchilca, Rio Bueno, Cudico, Dagllupulli, Osorno
sobre 150
12.000
5.000
7.000

Fuente: FR. FRANCISCO XAVIER RAMIREZ, “Cronicon Sacro- Imperial de Chile”, Fuentes para el estudio de la colonia, transcripción de Jaime Valenzuela M., Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago, 1994, páginas 67 -71

El cuadro transcrito da luces sobre la distribución espacial en la Araucanía, el que se mantiene incólume desde aquel lejano Parlamento de 1641, momento en que se reconoce la frontera entre la sociedad española y la sociedad mapuche en el río Bio Bio.

Al respecto, es también fundamental analizar la importancia que tuvo políticamente el último Parlamento entre las autoridades mapuches y las autoridades coloniales españolas. Nos referimos al Parlamento de Negrete, celebrado los días 3,4 y 5 de marzo de 1803.[139]

En el campo de Negrete, comparecieron “los Gobernadores de los cuatro Fütalmapus con doscientos treinta y nueve caciques y cantidad de capitanejos y respetados hasta el número de mil y tantas personas, colocándose en lugar y asiento que les estaban preparados”, a quienes se dirigió don Pedro Quijada, Brigadier de los ales Ejércitos y Comandante del Batallón de Infantería de Frontera, quien presidió el parlamento en la forma siguiente: Tengo la mayor complacencia, caciques principales, mis amigos, de veros hoy congregados en este campamento para celebrar el Parlamento General con los cuatro Fütalmapus que comprende la tierra desde el río Bío-Bío al sur, hasta los países más meridionales del continente, y desde el mar a la cordillera”, para luego pasar a exponer las capitulaciones. En su Artículo 1º, las partes reconocen por “Rey y Señor Natural al poderoso Soberano Señor Don Carlos Cuarto,” del cual son vasallos, y como tales “amigos de sus amigos y enemigos de sus enemigos

Luego, en términos territoriales, tienen vital importancia los artículos 2º y 6º, que en síntesis plantean: “Libre comercio que podrían hacer los naturales en todas las plazas, villas y ciudades del Reino transitando libremente por todos nuestros caminos y tierras, con las especies que conduzcan, y del mismo modo los españoles por las suyas, franqueándose los caminos recíprocamente libres” (art 2º);

6º.- Que hallándose esta mar llena de embarcaciones extranjeras con pretexto de pescar Ballena, se introducen sagazmente en sus costas, como ya sucedió en las de Tirúa en los últimos años durante la guerra con la nación Británica, que no deben permitir de ningún modo el cumplimiento de las ordenes del Rey y también por los graves perjuicios que les resultarían de tratar con unas naciones que solo aspiran a introducirse en sus tierras haciéndose dueños de ellas con destrucción de sus habitantes, como ya tiene acreditada la experiencia, añadiendo que para el caso de guerra con cualesquiera nación extranjera, deben por obligación de buenos vasallos concurrir personalmente a la defensa de estos dominios de S.M. siempre que se hallen atacados, conforme lo tienen prometido y jurado los cuatro Fütalmapus, cuya obligación se les recuerda ahora, a fin de que cuando llegue el caso ocurran armados y bien montados a unirse con las tropas del Rey a las órdenes de sus jefes, y embarazar cualesquiera desembarco que se intente en las costas de este Reino manteniéndose mientras duren estas expediciones, con las raciones que se asiste en tales casos a todas las tropas, cuerpos y milicias de españoles.”

El primer día se eligió como representante de los cuatro Fütalmapus al Gobernador de la Reducción de Angol Don Francisco Curinagüel, y a continuación hablaron el Logko Tranamilla de la Reducción de Temulemu, al que le siguieron “Ciento y tantos caciques se explicaron en los mismos términos poco más o menos con expresiones tan vivas de reconocimiento que acreditaban la nueva disposición de sus corazones para observar todo lo prevenido, y siendo ya las cuatro de la tarde suplicaron cesase la Parla, que se continuaría en el día siguiente

El día siguiente”continuó el Gobernador Curinagüel en los mismos términos que el día antecedente con los que aún restaban y no habían recibido sus palabras, cuya Parla y contestación de ciento veintisiete Caciques, duró hasta las cuatro y media de la tarde”.

Finalmente, el día 5 se dirigieron a la asamblea el cacique Gobernador de Maquegua Vilumilla, su hermano Coygüenjir, Chicaguala y Pichuman; los caciques Pewenches de Callaqui, Quilaco y Huinquién, llamados Coliman, Liupay y Coygüemán; el Cacique de Cura Millalem, por consejo de sus parciales Gúgñir, Pagitur; los caciques de Angol, Maquegua, Lobcoyán; los caciques Gobernadores de Arauco, Tucapel, Tirúa, Boroa, de la Imperial, y lo mismo los de Angol, Repocura, Maquegua, Chacayco, y generalmente todos lo Llanos, dijeron que los tratados del libre comercio estaban en su fuerza e “Igualmente dijeron los Gobernadores de los cuatro Fütalmapus, generalmente todos los Caciques congregados, que de ningún modo permitirían en sus costas, embarcaciones ni gentes extranjeras como ya lo tenían ofrecido en otros Parlamentos, pues no ignoraban sus designios depravados, y que los caciques de Arauco, Tucapel, Boroa, de la Imperial y de toda la ribera del mar hasta Valdivia debían de ser los más celosos, como más interesados y que el resto de los Fütalmapus ayudaría gustoso a cualesquier caso de esta naturaleza para lo sucesivo añadiendo que por lo que hace el comercio y escrupulosa conducta en las pampas y provincias de Buenos Aires tienen acreditada su buena fe en estos últimos años”

Reproducimos casi en su totalidad los artículos 2º y 6º, enla medida que éstos son esenciales para entender la autonomía política y la jurisdicción territorial mapuche en los Fütalmapus emplazados en el Wijimapu.
Así entendido, el artículo 2 no es otra cosa que un Tratado de Libre Comercio entre las partes contratantes, y el artículo 6 es un tratado de defensa recíproca, artículos que por sí solos, o los dos en conjunto, hablan de una nación independiente o soberana, no se entiende de otra manera la posibilidad de que un Estado puede celebrar tratados de libre comercio con otro Estado y tratados de defensa recíproca.

En definitiva, y siguiendo a Leonardo Leon, “En la Araucanía, hasta fines del siglo XIX, no hay historia de los vencidos. En realidad, lo que ocurrió en esta historia fue que los araucanos lucharon y triunfaron. El triunfo fue reconocido cuando la corona de España abandonó definitivamente los planes de expansión y conquista, desistió de sus planes de abastecer de mano de obra esclava a las estancias de Chile central...La guerra terminó cuando el rey y sus representantes, finalmente expresaron su respeto por los guerreros de Arauco, que a costa de tanta sangre y sacrificios consiguieron que la política del despojo y el abuso se transformara en una propuesta de coexistencia pacífica.” [140]

4. Pwel mapu

[130] Casanova (1996)
[131] Casanova, (1987:60) Carta del Gobernador Guill y Gonzaga al Rey Carlos III, 1 de marzo de 1765
[132] Casanova (1987: 67)Carta de Guill y Gonzaga a Julián de Arriaga, 17 de febrero de 1766
[133] Villalobos (1989: 23)
[134] idem: 24
[135] Casanova (1996: 65) Carta de Guill y Gonzaga al Rey Carlos III, 1 de mayo de 1767
[136] “Acta del Parlamento de Tapihue”, 1774
[137] Un análisis detallado del tema lo encontramos en “El Parlamento de Tapihue”, Leonardo Leon, Nütram Nº32, 1993
[138] Institución originada en el Parlamento de Santiago, de 1772
[139] Parlamento General celebrado en el Campo de negrete en los días 3,4 y 5 de mil ochocientos tres años.
[140] Leon (1992/4: 50)