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5. Comunidades Participantes


Las comunidades abajo firmantes, en representación del Pueblo Colla, entregan este documento, su voz, su verso a la Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato con la esperanza de justicia y una vida digna.

Ratificado en Estación Paipote y Pueblo de San Fernando, los días 15 y 27 y 28 de diciembre de 2002, respectivamente.

Salomón Gerónimo Escalante Zulema Mancilla Cardozo
Comunidad Indígena Colla Comunidad Indígena Colla
Diego de Almagro Pastos Grandes

Iván Villalba R. Ercilia Araya Altamirano
Comunidad Indígena Colla Comunidad Indígena Colla
Río Jorquera y sus afluentes Pai-Ote

Pascual Cardozo Pérez
Comunidad Indígena Colla
Comuna de Copiapó

Adhesión, en Pueblo de San Fernando, los días 27 y 28 de diciembre de 2002.

Viviana Herrera Rojas
Comunidad Indígena Colla
Wayra Manta Tujsi

ANEXO CULTURAL
DEL INFORME FINAL DE VERDAD HISTÓRICA Y NUEVO TRATO
DEL PUEBLO COLLA

El presente documento ha sido elaborado sobre la base del documento “Propuesta Comunidad Colla Río Jorquera y sus afluentes” y aportes realizados por dirigentes de las comunidades indígenas collas en el taller realizado en el Pueblo de San Fernando, Copiapó, los días 27 y 28 de diciembre de 2002.

  1. Colores del Pueblo de Colla: El pueblo colla expresa su identidad a través de los siguientes cuatro colores: amarillo, negro, blanco y rojo.
El color amarillo representa a Tata Inti, Tata Sol. El color negro representa a la medicina, la cultura, las ceremonias, los rituales. El color blanco corresponde a la pureza, la montaña, la nieve, la cordillera. Y el color rojo representa la fuerza, el hombre, la sangre, el poder.

  1. Idioma: El idioma del pueblo colla se fue perdiendo paulatinamente, existiendo hoy entre nuestro pueblo el conocimiento de algunas palabras:
Nuestra cultura asume la celebración de santos, sin embargo, los santos tienen un significado diferente, especial. Ellos son considerados como espíritus guías protectores.

El animal es esencial para la mayoría de nuestros rituales porque los consideramos el obsequio divino de la Pachamama.

La Apacheta es un lugar estratégico, elegido por la comunidad, donde se pica una apacheta para realizar todas las ceremonias del pueblo colla. En el caso particular de la Comunidad de Río Jorquera y sus afluentes, en el sector del Chorro de la Mona, se produjo la muerte trágica de varias personas, los conocidos “finaos”. Esto ocurrió alrededor de 1880 cuando Antonio Díaz mató a su hermano Bruno y un hijo de este último, Charo Díaz, mató a su vez a su tío Antonio instalándose luego en el fundo Escorial de Nantoco huyendo del peso de su conciencia y la tragedia familiar, pero no resistió tanta muerte y se quitó la vida en ese lugar. Estas muertes trágicas pasaron a ser espíritus guías, y el lugar donde se encuentran enterrados sus cuerpos es visitado por los collas como un lugar sagrado de oratoria.

También se creía en otro tipo de espíritus, como el “Kukamula”, que es un espíritu maligno, que se manifiesta por un gran grito de animal. El Yastai es un espíritu bueno. El Peuchén es un animal que chupa la sangre a los animales; el hueso de la cabeza de la cabra en los corrales se usa para ahuyentarlo al igual que los espejos.

  1. Medicina: La medicina colla estaba muy asociada a la religión original formando parte de la cultura de nuestro pueblo. A continuación se citan algunas prácticas que aún persisten:
Dentro de la cultura médica del Río Jorquera, en particular, han existido curanderos famosos como el Cholo del Caballo Negro quien era monaguillo del Padre Negro, y se dice que era colombiano. Este hombre recolectaba las plantas medicinales, y en todo su recorrido por el valle iba atendiendo a la gente. También subía a los centros mineros.

La partera o partero, es una persona con ciertos dones especiales entregados por la Pachamama y son los encargados de recibir en este mundo a los nacientes: hombres y animales.

Otra persona que cumple funciones médicas es el compositor, arreglador de huesos quebrados y zafados. También hace soba de ventosas con un vaso, unas monedas de cobre y una vela. Arregla nervios y aberturas de carne. También cura la hora o torceduras de mandíbula.

También hay curanderas mujeres que conservan de sus abuelas y madres algunos secretos de curaciones para enfermedades tales como el empacho, el mal de ojo, el susto, el hipo y ataques de risa. Extirpan verrugas y quistes.

  1. Música: El canto tradicional colla es la “vidala”, que es un canto de alegría y de pena, una oración cuyo contenido no es posible distinguir, que se canta en todos los momentos significativos de la vida colla. Es cantado por hombre o mujer, acompañado de tambor vidalero y caja chayera y los participantes realizan desplazamientos circulares. En la “baguala”, a diferencia de la vidala, es posible distinguir el contenido del canto.
  2. Modo de Vida: El pueblo colla conserva en su memoria buena parte de su cultura, aun cuando algunas instituciones, prácticas y creencias están en la actualidad en desuso.
  3. Vestimenta: La vestimenta colla es confeccionada con telas de lana de oveja, guanaco, llama, vicuña y además con cueros curtidos. En la actualidad esta ropa se usa sólo en las ceremonias.
Hombres y mujeres usaban coipa de lana y cotón de punto. El hombre usaba poncho, pantalón de tela y uchuta (ojota). La mujer usaba chupalla de cola de zorro (cortadera), cotón, chala, choquera, falda larga, uchuta y escarpín de lana.

8. Comidas: La comida colla se basa en el uso de carne de oveja, vacuno y aves; en los granos, tales como el maíz, trigo, porotos, lentejas y garbanzos, además de la leche a través de su consumo directo o de la fabricación de queso y la papa. Por otro lado, el uso de animales, vegetales y aves silvestres nunca puso en peligro las poblaciones naturales, ya que precisamente se obtenía sólo lo necesario para la alimentación y que es lo que la Pachamama nos brinda.

9. Textilería: La textilería colla se articulaba a partir de la explotación de la lana de animales, tales como vicuña, ovejas y otros. La lana se hilaba, luego se teñía y finalmente se tejía mediante el uso de telares.

El hilado se hacía con una herramienta de madera con contrapeso de piedra (mañana). El teñido se hacía con raíces de monte: alcaparra, pimiento, algarrobilla, algarrobo, chañar. El telar estaba compuesto por envolvedor, tirador, pala y cordador.

Con lana se confeccionaban chalecos, cipas, guantes calcetines, montas, chamantos, ponchos y alforjas.

10. Talabartería y Ramalería: El trabajo en cuero comprende el proceso de curtiembre, teñido y la fabricación de objetos diversos destacándose en particular los de ramalería: lazos, riendas, jáquimas, anchas y maneas. Las herramientas utilizadas para la fabricación de objetos de cuero son cuchillos, luna, punzones, agujas, alicates o pinzas, horcón sobador y cabras.

11. Trabajo en metal, piedra y madera: El trabajo en metal está orientado a la fabricación de herramientas y utensilios tales como barriles, baldes, lecheros, bateas de amasar, espuelas, rienderos, machetes, hachas, cuñas, cinceles y barrenos.

Frutos del trabajo en piedra volcánica y semipreciosa son tiestos, calderos ceremoniales y hornos. El trabajo en madera se destaca básicamente por la fabricación de estribos, utilizando madera de carboncillo, chañar o algarrobo.

12. Lucha por la Tierra: El territorio histórico colla está situado en la zona cordillerana de la III Región, en el lado chileno. En Argentina, los collas se encuentran asentados en localidades tales como Fiambalá, Laguna Grande, Jachal, Saujil, Tinogasta, Belén Catamarca y otras.

La forma de ocupación del territorio estaba determinada por el ejercicio de la ganadería, actividad base de la economía colla, y correspondía a desplazamientos de invierno-verano de las familias con sus rebaños de animales. Dentro del territorio existen lugares aptos para el ejercicio de la agricultura, además del subsuelo, rico en sustancias minerales, y que es donde se han producido los principales conflictos por la tenencia de la tierra. En el caso particular de Río Jorquera, la comunidad colla local ha venido dando una larga lucha con personas que se han instalado allí con el respaldo del Estado: Cousiño, Juárez, Jorge Frei, Juan Chapi y Alfonso Prohens.

Santos Cruz, en noviembre de 1997, narró lo siguiente, a propósito de una serie de hechos protagonizados por Prohens: “Yo me instalé en Jorquera y estuve como 22 años y el año 1989, como me corrieron, yo bajé para el pueblo a hacer mis diligencias y cuando volví estaba todo ardiendo, las cercas que tenía yo, en la casa me quemaron algunas cosas, unas monturas, unos aperos. Entonces fui y di cuenta a Carabineros. Ellos vinieron y presenciaron todo lo que se había quemado. Me corrieron sin orden judicial ni nada, y de ahí me vine a esta parte de aquí, en Cuestecilla, aguas arriba del Río Jorquera”. El leñador Iván Villalba, en 1955, declaró que frente al juicio que tenían con Prohens y que ponía en riesgo la subsistencia de la comunidad, toman posesión en el río como una manera de resistir y hasta que se cautelaran sus derechos y se confirmaran por el Estado de Chile sus pertenencias. Luego vino el desalojo que menciona Cruz, que se produce cuando la mayoría de los jefes de hogar estaban ausentes, con allanamiento, destruyendo los sacos con lana, confiscando el ganado, el que fue trasladado a la Hacienda Hornitos donde permaneció durante 16 días, falleciendo la mayoría por falta de alimento y agua.