Portada Anterior Siguiente Índice | 3. Verdad Histórica y Nuevo Trato

3. Verdad Histórica y Nuevo Trato


Nos definimos como el pueblo de la altura, la nieve, el frío y la puna. Somos el pueblo originario Colla de la III Región, en Chile.

El pueblo Colla es un pueblo originario de este territorio, cuyas fronteras nos fueron impuestas con la invasión española y luego con la creación de las repúblicas. Siempre hemos sido un pueblo andino.

En nuestros primeros tiempos teníamos un idioma propio, y que hoy desconocemos. En el plano espiritual-religioso, la Pachamama juega un papel integrador de todas las energías. Creemos en los espíritus guías, Tata Sol, Mama Luna. En nuestro territorio levantamos oratorios y apachetas. Creemos en las almas, ánimas y espíritus. Ante cualquier actividad que emprendemos, tales como viajes y cosechas, efectuamos ofrendas, encendiendo “mecheros”, cuyo combustible es grasa animal. Cada 1º de noviembre celebramos el “Día de las almas, ánimas y espíritus”. En lo que hoy corresponde al día 21 de junio, celebramos el “Renuevo del año”. Tenemos hombres y mujeres religiosos, que curan las enfermedades, que atienden los partos. Existe una estrecha comunicación con la naturaleza y sus fuerzas: astros, animales, agua.

En relación a la familia, el matrimonio acordado previamente por los padres, se realizaba entre personas pertenecientes a diferentes grupos familiares. Entre las normas que determinaban nuestra conducta, que nuestros antepasados nos han transmitido, estaba aquella que prohibía a los niños ver el sacrificio de un animal, pues se le retrasaba el período en que comenzaba a hablar. También se le prohibía lo mismo a las mujeres embarazadas. Y cuando los hijos nacen, en su bautizo, los familiares, padres, abuelos, tíos, les entregan una donación consistente habitualmente en animales, con fines económicos, culturales y educativos. El bautizo consistía en un baño de agua con hierbas. Además, nuestros antepasados tenían sus propios juegos, entretenciones, tales como la taba, que se mantiene hasta el día de hoy.

La economía del pueblo Colla en los primeros tiempos se basaba en la ganadería, la agricultura, la minería y el comercio internacional. La ganadería consistía en la crianza y manejo de animales (llamos, alpacas) que incluía la aplicación de medidas sanitarias originales. Por las características ambientales de nuestro territorio debíamos efectuar desplazamientos de invierno y de verano con los animales, al igual que hoy día, a pesar de la usurpación de buena parte del territorio ancestral. También existía una explotación sustentable de animales libres, tales como el guanaco, la vicuña y la chinchilla. El aprovechamiento integral de los animales (además de la carne y la leche, la lana y cuero) permitió el desarrollo de la textilería y la talabartería. La agricultura consistía en el cultivo de granos en terrazas de piedra. La minería consistía en la explotación a pequeña escala de minas de cobre, oro, plata y azufre, posibilitando la existencia de la orfebrería colla. El comercio internacional lo ejercíamos mediante el trueque de productos con otros pueblos andinos, lo que implicaba desplazamientos hacia lo que hoy corresponde al territorio de Perú y Bolivia, además del norte chileno y noreste argentino.

3.4 Hechos de Significación Histórica para Nuestro Pueblo

  1. La invasión española de nuestro territorio.
  2. La imposición de fronteras a nuestro pueblo y territorio, quedando una parte en lo que hoy es Argentina y otra en la que hoy es Chile.
  1. La instalación en el territorio de empresas extranjeras explotadoras de nuestros minerales. Estas empresas de la Gran Minería del cobre contaminan el ambiente y consumen nuestras aguas, afectando nuestra ganadería y todo nuestro modo de vida. El pueblo colla, al ver afectada su economía ancestral, se ve obligado a explotar uno de los últimos recursos naturales de su territorio, la leña, para abastecer la demanda de las empresas mineras, comerciando además, carne y queso, mediante el sistema de trueque o venta propiamente tal. Nuestro territorio es invadido crecientemente.
  1. La masificación de Escuelas en la ciudad y la obligatoriedad de una educación mínima, desarraiga a los niños collas de su familia, favoreciendo la pérdida de nuestra cultura y la discriminación. Nuestra cultura y existencia como pueblo es negada.
  2. Expulsión de nuestros territorios por instalación de la propiedad privada, por razones de subsistencia y de acompañamiento y protección de nuestros niños que deben ir a la escuela de la ciudad.
  3. Instalación de ENAMI (1940-1950), abriendo un poder comprador a la pequeña minería colla. Se termina de invadir nuestro territorio con la apertura de nuevos caminos y vías ferroviarias.
  4. A partir de 1955 surgen las primeras organizaciones sociales, tales como el Sindicato de Leñadores de San Andrés, el Sindicato de Leñadores y Crianceros de Quebrada Carrizalillo y Río Jorquera. A fines de los 60 es fundado el Sindicato Campesino Venceremos en Tierra Amarilla. Después se crea la Federación de sindicatos campesinos Ranquil, afiliada a la Confederación Nacional Campesina e Indígena Ranquil. En el gobierno del Presidente Salvador Allende se forman cooperativas agrícolas y mineras.
  5. Para el golpe militar de 1973 se desata la represión en contra de los dirigentes y organizaciones, afectando también al pueblo colla. Todas las actividades económicas desarrolladas por nuestro pueblo son prohibidas (minería, por uso de explosivos y alza de maquila, corte de leña, confección de carbón, etc.). Otra vez una parte de nuestro pueblo debe abandonar el territorio, la cordillera. Algunas familias se quedan en la alta cordillera con su ganado. Se termina el uso de la guía de libre tránsito, favoreciéndose el robo de ganado y le cuatrerismo.
El pueblo Colla hoy día ha sido desplazado de buena parte de su territorio histórico. Por eso vivimos también en las ciudades, donde debimos emigrar en busca de sustento para nuestras familias. Los miembros de nuestro pueblo que vivimos en el campo, la cordillera lo hacemos bajo la forma de una precaria tenencia legal de las tierras y aguas, o simplemente carecemos de ellas y la transhumancia se verifica sobre tierras hoy ajenas.

Somos un pueblo que sufre discriminación en la aplicación de las leyes, en el trato que nos da la autoridad, cuando vivimos en las ciudades, nuestros niños en las escuelas. Reconocemos, eso sí, que antes la discriminación era mayor.

La actividad económica que hoy desarrollamos es sólo de subsistencia, somos parte de los pobres del campo y la ciudad. Empresas mineras transnacionales auríferas se instalan en nuestro territorio, agotando el agua y contaminando el ambiente (construcción de caminos en zonas de pastoreo; tranques de relaves y sistemas de procesamiento de minerales con elementos tóxicos, tales como: el cianuro, ácido sulfúrico y arsénico contaminan las napas de agua y riachuelos; transporte de contaminantes sin control, a lo que se ha dado en llamar “caravanas de la muerte”; derrame de ácidos y similares; almacenaje y disposición final de desechos tóxicos autorizados pero claramente inadecuados; contaminación por nubes de polvo que contiene elementos tóxicos previamente derramados, provocadas por tránsito de vehículos en caminos en mal estado, etc.).

Sin embargo, hemos logrado organizarnos en comunidades que permiten luchar por nuestros derechos a pesar de nuestra dispersión. Hoy día existen 9 comunidades indígenas constituídas al alero de la Ley Indígena. Somos el pueblo Colla, existimos, y aún conservamos parte de nuestra cultura a pesar de las injusticias cometidas con nosotros.