3.
Primeros Europeos
El
5 de Abril de 1722, el marinero holandés Jacobo Roggeween avista la isla
que “bautiza” como Isla de Pascua en honor a la festividad
católica celebrada ese día, Pascua de Resurrección. Llega a
bordo de la división formada por el “Thienhoven”, el
“De Arend” y el “De Afrikaanische Galey” , quienes no
permanecen por mucho tiempo en sus costas.
En
1770 el virrey del Perú, don Manuel de Amat y Junyent, temiendo el
establecimiento de otros en la Isla envió en su reconocimiento a los
Capitanes de Navío Felipe González de Aedo, en el barco de guerra
“San Lorenzo” y a Antonio Domonte y Ortiz de Zúñiga en
la fragata “Rosalía”. Le “bautizaron” ellos como
“Isla de San Carlos” en nombre del rey de España, Carlos III
realizando una ceremonia católica y poniendo en el
Poike
(un volcán de
aproximadamente 400 m. de altura) tres cruces. Esta actuación fue
única y nunca más un barco español, con similares
intenciones, volvió a recalar allí dado que para estas fechas
España se comenzaba a alejar de las colonias americanas. Agüera fue
el encargado de trazar el primer mapa de Pascua que se conoce, en el cual
figuran claramente la posición de estas cruces.
Luego,
en 1774, el Capitán James Cook permaneció por una semana en la
Isla y en 1786, el Conde de La Perousse, al mando de la “Boussole” y
del “Astrolabe” desembarcó en la bahía llamada
Hanga
ohonu, para realizar
variados estudios y determinar exactamente su situación geográfica
y la de sus contornos. A partir de entonces gran cantidad de naves establecen
contacto con Pascua, con el único objetivo del reabastecimiento de los
barcos y el intercambio. También hubieron otras naves dedicadas a la
pesca y captura ballenera pero estas no se acercaban demasiado a la
costa.
Hacia
1862 arriba el velero francés “Cassini” al comando del
Capitán Lejeune, quien estudia a los rapanui y luego viaja a
Valparaíso en donde establece conversaciones con los padres de Picpus
que, ante la información recibida, deciden comenzar con la
evangelización de Pascua.
Este
mismo año comienzan las incursiones esclavistas que dejarán la
población rapanui extremadamente reducida.